Invierno 29
Y un día todo cambia, siendo la decepción el único final, dejando como opciones marcharse o volver a iniciar.
Y un día todo cambia, siendo la decepción el único final, dejando como opciones marcharse o volver a iniciar.
Hay situaciones que no elegimos pasar, sentimientos que no podemos forzar. Simplemente aparecen y se quedan en frente, a la espera de vernos retroceder o avanzar.
Hay conexiones que no pedimos, más están allí, incluso cuando la presencia del otro se disolvió con la lluvia. El hilo sigue sin romperse, y a su vez jala de nuestras almas hacia ninguna parte.
¿Alguna vez sintieron que armar un cubo de Rubik era infinitamente más fácil que lo que estaban intentando hacer? Yo sí.